Julio fue el mes de las consultas personalizadas por el tema de las visas norteamericana
o Schengen. Muchos de los consultantes eran personas referidas por apreciados
clientes, que habiendo tenido buenas experiencias con la asesoría dada con sus
propias solicitudes de visa, me recomendaban
a sus amigos y conocidos. Sin embargo, viendo el perfil de algunos de
ellos, les hablé con total sinceridad y los incité a mejorar su situación
económica o laboral para que dentro de unos pocos meses, con mayor seguridad,
aplicaran con mejores probabilidades de éxito. Siempre es una inversión de
tiempo y dinero el tema de las visas y como profesional me interesa que mis
clientes tengan resultados positivos y terminen con una gran sonrisa en sus
rostros. Por todas estas razones decidí dar algunas sugerencias en torno a este
tema:
- 1. Raíces
Siempre lo digo, es
importante demostrar con hechos que las raíces que nos atan a nuestro país de
residencia son fuertes y sólidas: trabajo, profesión, estudio, casa, familia.
Mientras no demostremos que tenemos motivos valiosos para regresar a nuestro
país de origen después de las vacaciones, nuestro perfil podría parecer endeble
ante cualquier cónsul
- 2. Sí, puedo costear mis vacaciones
Es muy importante demostrar que contamos con los recursos
suficientes para pagar nuestro viaje. Sobre todo cuando se planea obtener la
visa Schengen (visa europea) hay que exponer nuestra estabilidad económica así
como nuestros ahorros destinados para las vacaciones, ya que al momento de
analizar el perfil del solicitante, se fijan exclusivamente en la información de cuentas bancarias,
tarjetas de crédito, situación laboral o académica. En el caso de la visa
norteamericana probar la posesión de bienes inmuebles o activos ayudan en algunos casos,
siempre y cuando el cónsul pida ver documentos que los avalen.
- 3. Otra persona pagará mi viaje
Este puede ser un recurso válido para algunas personas que
dependen económicamente de su pareja, padres o hijos adultos. En este caso es
importante una carta donde la persona que solventará el viaje se comprometa a
hacerlo, así como el respaldo de todos sus documentos bancarios y laborales.
Debo aclarar que es importante analizar el perfil del solicitante y del garante
antes de proceder con esta opción.
- 4. La verdad y sólo la verdad
Cuando no estamos seguros de lo que tenemos o decimos
nuestros gestos nos delatan. Y así fácilmente durante una cita consular nuestro
entrevistador podría percibir nuestra inseguridad e irremediablemente
desaprobar nuestra solicitud. Para evitar esto debemos siempre manejarnos con la mayor
transparencia posible, con esto no digo que debemos confesarlo todo como si se
tratara de un tema sacerdotal, más bien, debemos ser
honestos al planificar nuestro perfil de solicitud de visa y por ende esa
honestidad debe ser mostrada en cada respuesta que demos durante la entrevista.
- 5. Demostremos que somos viajeros
No es obligatorio, ni decisivo, pero sí es importante y sí
suma puntos al momento de pedir una visa. Demostrar en nuestro pasaporte que
somos viajeros frecuentes o al menos ocasionales. He escuchado casos de
personas que se han lanzado a pedir la visa norteamericana, sin tener ningún
tipo de registro o experiencia viajera en otros países y se las han negado,
sugiriéndoles que antes de pedir una visa para visitar Estados Unidos vacacionen en otros destinos.
- 6. Nadie nos quita lo que está destinado para nosotros
Y por último, esta gran verdad: cuando algo está destinado
para nosotros, todo fluye con tranquilidad. Así que siempre con mente positiva,
ajustándose a los requerimientos solicitados por cada consulado y con las ganas
de disfrutar esas vacaciones tan deseadas, demos ese primer paso.
Sé feliz, sonríe y viaja.
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