jueves, 19 de enero de 2012

La fitperú es un reto empresarial y turístico que tiende puentes entre Ecuador y un mercado vecino de gran potencial

La segunda edición de esta feria, que flaqueó en algunos aspectos y se destacó en otros, mostró al público de Trujillo y a compradores nacionales e internacionales los atractivos turísticos del norte de Perú y de otros países expositores, especialmente Ecuador.La mesa directiva en la rueda de prensa del lanzamiento: Eduardo Azabache, gerente de desarrollo económico local; Gloria Montenegro, regidora de la Municipalidad Provincial de Trujillo; César Acuña, alcalde de Trujillo; Jaime Rull, presidente de Horitzo Group, y Angélica Villanueva, subgerente de turismo.

Todo empezó con la llamada telefónica de César Acuña, alcalde de la municipalidad de Trujillo, en diciembre del 2010. Él estaba interesado en retomar aquel proyecto comenzado cuatro años atrás, cuando Trujillo quedó descartada como sede de la primera edición de la Feria Internacional de Turismo en Perú (Fitperú), que finalmente se realizó en Lambayeque, del 14 al 17 febrero de2008, con la participación de operadores de turismo, compradores y periodistas peruanos, ecuatorianos y de otros países bajo el lema "Descrubre el país de las mil maravillas, y las mil maravillas del mundo en un solo lugar".

Jaime Rull, presidente ejecutivo de la Fitperú, señala que ese es el antecedente de la segunda edición de este evento celebrado del 24 al 27 de noviembre anterior en la ciudad de Trujillo.

Este empresario, también presidente de la guayaquileña Feria Internacional de Turismo en Ecuador (FITE), insiste en la apuesta por el sector turístico del norte de Perú, al considerar que ese país se proyecta como un destino en desarollo con vasta pluralidad cultural, ecológica y gastronómica.

Trujillo apareció como la aliada adecuada por ser una ciudad con ambiciones turísticas amparadas en atractivos importantes, propios y cercanos, como el complejo arqueológico de Chan Chan, las Huacas del Sol y la Luna y la Señora del Cao, que forman parte de la llamada Ruta Moche, de gran interés turístico, arqueológico y cultural.

Sin embargo, el afianzamiento de la feria internacional requiere de un complejo mosaico de elementos que generalmente requiere de varias ediciones para afinarse de manera adecuada. Uno de esos elementos, que se mostró débil en esta edición, fue la elección del recinto ferial conocido como Modasa, al sur de Trujillo, según lo indicó Danilo Cornejo, gerente general de Marinareps, mayorista de turismo quiteña.

Cornejo, que ha participado como comprador en varios eventos de Europa y América, indicó que "las instalaciones donde se realizó la feria no estaba en condiciones óptimas". El espacio antes funcionaba como bodega, por lo que lucía como un inmenso canchón de almacenaje.

Sin embargo, Cornejo alabó el potencial que observó entre los expositores, lo cual le permitió conocer a varios operadores turísticos del norte de Perú y conseguir buenas tarifas con cuatro hoteles: dos en Trujillo, uno en Huaraz y otro en la provincia de La Libertad.

Tales contactos directos le permitirán a su mayorista, que vende destinos como Máncora, reducir los intermediarios para la elaboración de sus programas: antes debía contactar a operadores en Lima, quienes a su vez negociaban con los operadores en el norte de Perú, haciendo lento el proceso de reserva y encareciendo el producto final. Ahora, gracias a los contactos realizdos podrá vender de manera más eficiente y con mejores tarifas. " Valió la pena asistir a la Fitperú en Trujillo", declaró Cornejo.

Ricardo de la Cadena, gerente administrativo del hotel Sangay (Baños de Agua Santa, Tungurahua), llegó como comprador y expositor. Sin embargo, las alianzas comerciales que logró no fueron producto de las horas de atención en el stand o en las citas profesionales (hubo pocos visitantes), sino gracias a los momento de camaradería y distracción que compartió con toros participantes durante su estadía en Trujillo, como en las comidas y actividades regreativas. Fue así que cerró un buen negocio con un grupo universitario de 20 jóvenes que viajarían a Baños un mes después de realizarse la Fitperú.

Marcela Iscaki, única compradora italiana en el evento, con treinta y cinco años de experiencia en el mercado de los viajes en su país, dijo que llegó para conocer un poco más del destino, lo cual le dejó buenos contactos que confía emplear en el futuro. "Ahora tengo ideas más claras sobre esta zona de Perú", señaló destacando su enorme potencial cultural y sus playas.

Jaime Rull, presidente de Horitzo Group, comentó al cierre del evento que sólo se cumplieron el 60% de sus expectativas, siendo una de las mayores flaquezas la poca asistencia de público, que no llegó a las dos mil personas, y de profesionales.
Eso se explica, indicó, por una insuficiente publicidad y por el escaso apoyo presencial de los empresarios turísticos y económicos de la Municipalidad de Trujillo.

Aunque la llamada del Cabildo local no se transformó en el puntal que necesita un evento así para cumplir con todas la expectativas, Jaime Rull asegura mantener su compromiso de continuar trabajando por el desarrollo turístico fronterizo, de tan abundante potencial para ambos países.

No hay comentarios:

Publicar un comentario